martes, 4 de diciembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Biografía / Calixto García rememora su marcha desde Holguín a Las Tunas por órden de Máximo Gómez


Por : César Hidalgo Torres


En una larga anotación en su diario, hecha en 1874, Calixto García rememora los trágicos acontecimientos ocurridos durante su marcha a Las Tunas, por orden del General Máximo Gómez.
“En la tarde de este día recibí una orden de Gómez en que me mandaba  que me incorporara a él, pues había recibido comunicación del Gobierno en la que se le llamaba a las Tunas para recibir parque de la expedición  "Anna"[1] que acababan de hacer su alijo con felicidad. Esta nueva, como  era de esperar, me causó una inmensa alegría, pues nos sacaba de la  angustiosa posición en que nos encontrábamos y nos ponía con estado de poder resistir al enemigo. Me preparé pues para la marcha para Tacámara donde estaba Gómez. En aquellos momentos una nueva columna enemiga se presenta y llega hasta nuestra avanzada y nos impide  hacer provisiones para la marcha. 
“Al oscurecer una horrorosa tormenta se desata, la que nos hizo pasar  una noche de perros; acurrucados más de 80 hombres en un pequeño  rancho sin poder movernos.
Ejército Libertador cubano
“No bien amaneció emprendí la marcha atravesando la gran montaña  que divide a Santa Cruz del Sitio y con más de 50 familias a la cola que me suplicaban que no las abandonase. Llegué al Sitio y lo encontré  ocupado por el enemigo, por lo cual volví a echarme a rumbo, buscando  la vereda que de este punto conduce a Tacámara. Nueva pérdida tuve en la travesía teniendo que acampar al oscurecer sin saber dónde me  hallaba. 
“Amanecido continué mi marcha. Logramos encontrar el camino que  buscaba, el que tomé haciendo rumbo a Tacámara. No había andado por él media legua cuando me encontré a las dos hermanas de Gómez, Chucha y Regina[2]. Estas me informaron que Gómez las mandaba a presentar a los godos por serle imposible conducirlas al Camaguey[3] (para donde ya había marchado) por estar una de ellas sin poder caminar. También me dijeron que me retirara pronto pues ellas habían mandado al Campamento español del Sitio a avisar que las mandaran a buscar pues querían presentarse y que esperaban la tropa por momentos. Amargos momentos fueron aquellos. Yo también dejaba mis hermanas[4] escondidas en un monte sin tener el triste consuelo de darles el último adiós, sin saber si vivían o habían perecido de hambre y casi con la seguridad de no volver a verlas más. Di un abrazo a estas buenas amigas y continué mi marcha siguiendo el rastro que dejaba la fuerza que llevaba Gómez. Este había salido en la madrugada de aquel lugar, por lo que precipité mi marcha para alcanzarlo. Como a las once del día atravesé por al lado del Cuartel que tenían los godos en San Francisco y a la vista de sus avanzadas, estas me hicieron fuego que no pude contestar por no tener más parque que el tiro de la carabina y muchas de estas no daban fuego, mojadas como estaban con el aguacero del día anterior.
“Poco después hice alto y llamé las familias a las que hice comprender que era necesario se presentaran, pues poca protección podía yo brindarles con mi desmoralizada fuerza y sin pertrechos[5]. Tras mucho trabajo logré se separaran de nosotros y continué mi marcha más desembarazado, logrando unirme a Gómez en la tarde de aquel día”.


[1] La expedición del Anna desembarco en la noche del 19 al 20 de enero de 1870 entre Nuevas Grandas y Manatí. El jefe militar era Melchor Agüero y el jefe de mar Francisco Javier Cisneros. Traía 1260 fusiles de diferentes tipos, dos cañones, parque para estas armas y otros equipos necesarios para la vida en campaña. Los importante  de esta expedición no fue solo los medios bélicos que llevó a los mambises sino que arribó en un momento crítico de la revolución cuando
se desarrollaba la gran ofensiva española dirigida por el conde de Valmaseda.

[2] Máximo Gómez llego a Cuba procedente de República Dominicana con sus dos hermanas y la madre de los tres. Esta última falleció antes de iniciarse la  guerra de 1868. Las dos hermanas lo acompañaron en la campaña.

[3] Los mambises consideraban como un lugar seguro para trasladar a sus familias a la jurisdicción de Camagüey donde todavía en 1869 la ofensiva no había llegado con toda la intensidad como en Oriente. Pero esta situación muy pronto cambió con la intensificación de las operaciones allí.

[4] Las hermanas de Calixto eran Rosario, Leonor, Mercedes y Concepción García Iñiguez. Al estallar la guerra ellas se unieron a la revolución y marcharon al campo insurrecto cuando se desató la gran ofensiva de Valmaceda. Fueron hechas prisioneras en 1870 por una columna española en la jurisdicción de Holguín y trasladadas a esa población.

[5] Según testimonio de Enrique Collazo esas familias  se negaron a entregarse y regresaron con los insurrectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario