miércoles, 31 de octubre de 2018

Calixto García Iñiguez - Biografía 16



Por: César Hidalgo Torres
Cuando la carreta en que viajaba doña Lucía y sus acompañantes entró en el pueblo de Holguín tuvo que detenerse para darle paso a la banda militar del Ejército que iba a celebrar retreta en la plaza de armas.

Después fueron hasta la casa de Santiago García, hermano de don Ramón y el hombre de su familia que más influyó en el Mayor General del Ejército Libertador, Calixto García Iñiguez cuando era un adolescente. Allí nació el futuro libertador de Cuba, por eso aquella se conoce como “la Casa Natal”. 
Tarja a la entrada de la Casa Natal de Calixto García Iñiguez en Holguín, Cuba
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(Es el siguiente un diálogo de ficción)

IGNACIA: No, por su madrecita santa mi ama dona Lucía, espere un momento que ya fueron a buscar a la partera. Y también mandé aviso a su madre, que está en la iglesia… no vaya a alumbrar antes que llegue alguna de ellas, que yo no sé lo que hay que hacer.
LUCIA: Deja el terror, Ignacia y has lo que te ordene. ¿Hay agua caliente?
IGNACIA: Hay, mi ama.
LUCIA: Busca sábanas…
IGNACIA: ¿Una o cuántas?
LUCIA: Las que encuentres.
IGNACIA: Como mande usted que es mi ama y también la que está pariendo.
Va Ignacia, como un mariposilla que brinca de uno a otro lugar y vuelve. Su ama se retuerce de dolor.
IGNACIA: Qué prefiere usted doñita mi ama, que haga silencio o que le hable pa acompañarla.
LUCIA: También acompaña el que tiene la boca cerrada.
IGNACIA: Grite mi ama, o sease, puje…
Lucía puja con toda la fuerza de la que es capaz. Y a la vez desde la lejanía se comienza a oír una música militar.
LUCIA: ¿Qué es ese ruido?
IGNACIA: No es ruido, es música. Es la banda militar que está celebrando retreta en la plaza de armas.
El grito que Lucía intenta ahogar, la ahoga.
IGNACIA: Hay Virgen María Santísima que estás en el Cobre, tú que eres madre y siempre llevas al santo niño en brazos, socórreme, o sease, socorre a mi ama dona Lucía que está pariendo sola porque demora la partera que ya debía estar aquí.
El pujido de este instante es el más desgarrador de todos.
IGNACIA: Está naciendo mi ama, ya lo veo…Un poquito más, na más…
Fue en la mañana, exactamente a la octava hora del domingo 4 de agosto de 1839 en San Isidoro de Holguín.
IGNACIA: Un varón mi ama, como se lo dije sin que usté me creyera. Mire que bonito es Calixto… porque lo va a llamar así ¿verdad?
Pasó a la tradición oral del pueblo que exhausta de las labores del parto, pero feliz cuando pudo estrechar al hijo en su regazo, dijo Lucía: “¿Será soldado este muchacho que nace oyendo redobles de tambor y ruido acompasado de la tropa en marcha?”
 

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