jueves, 22 de noviembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Hechos / 4 de febrero de 1874.



Reanudada por el Presidente Cisneros la sesión secreta del día anterior, para continuar tratando sobre la Invasión de Las Villas, se propuso modificar el anterior acuerdo, que era dividir las fuerzas en dos para que el general Gómez tomase el mando de una y el general Calixto García de la otra, invadiendo simultáneamente, una por el Sur, por Sancti Spíritus, y otra por el Norte, por Remedios.
En la segunda reunión, se acordó que Gómez invadiera solo Las Villas, con las fuerzas de este territorio, ascendentes a 1,000 hombres, y contingentes de Oriente y Camagüey, otros 1,000; total: dos mil hombres, estimándose mejor este plan que el de abandonar los demás Departamentos.
Todos los jefes, excepto el general Vicente García votaron por la Invasión, haciendo constar éste su voto en contrario, para que las cosas continuaran como estaban.
Como se ve, el general Vicente García, observaba una conducta extraña a sus deberes como Secretario de la Guerra del Gobierno de Cisneros. Alejado, retraído de la persona del digno Presidente, censuraba continuamente los actos de la Administración de que él formaba parte y era solidariamente responsable. Creía un disparate la Invasión, y la censuraba, no obstante haber obtenido buena acogida.
Sin embargo de todo esto, dispuso extraer 400 hombres de las fuerzas de Oriente, y que el general Calixto García completase los 500, con 100 de las Tunas.
Como el general Máximo Gómez había creado e instruido aquella oficialidad, formuló una lista para el mando de los 400 orientales, y nombró al brigadier Antonio Maceo, jefe de la división de las fuerzas de Las Villas, poniendo a sus órdenes al bravo coronel José González Guerra y coronel Ricardo Céspedes.

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