martes, 31 de octubre de 2000

El mariscal Manuel Lorenzo, gobernador de Oriente, Cuba, instaura en el territorio que gobernaba la constitución española de 1836



Fragmento tomado de: Discurso leído por Gerardo Castellanos en la sesión solemne del 10 de octubre de 1937
Desde 1834 mandaba sobre Cuba el más insolente y soberbio de los gobernadores españoles que la metrópoli mandó a la Isla, Miguel Tacón[1], que fue quien apenas llegado a La Habana desterró a José Antonio Saco.[2]
Por entonces y ya desde antes (desde siempre), la región de Santiago de Cuba se distinguió por un típico y agresivo criollismo. Debido a quela ciudad mantenía latente el recuerdo de haber sido de las primeras en fundarse en la Isla y la segunda capital de Cuba, no cejaba en su orgullo y rivalidad con La Habana. Su influencia era tan grande que, no obstante el poder del Gobernador General, mantenía los de Santiago ciertas relaciones civiles directamente con la península. Y asimismo allí radicaba el único arzobispado.
De ahí que los gobernadores orientales fueran la pesadilla de los Capitanes Generales.
Mariscal Manuel Lorenzo
En 1835 fue nombrado Gobernador y Comandante de dicho Departamento el mariscal de campo Manuel Lorenzo, español culto y de opiniones liberales quien apenas asumió el mando se rodeó de los cubanos más distinguidos, entre ellos Francisco Muñoz del Monte y Porfirio Valiente, lo que le valió inmediata popularidad entre los vecinos y lo malquistó con el Gobernador Tacón y con el arzobispo fray Cirilo de Alameda, iniciándose tirantez insoportable, que culminó al ocurrir el motín de La Granja[3] y ponerse en vigor (1836) en España la antigua Constitución.
En Santiago de Cuba el gobernador Lorenzo hizo que las autoridades y el clero juraran la Constitución. Pero ese acto Tacón lo juzgó imprudente e ilegal, entendiendo que la Isla no tenía derecho a disfrutar tales beneficios, por lo que el gobernador fue destituido.
Lorenzo prendió al emisario de Tacón y en 2 de octubre de 1836 lanzó un bando que significativamente va dirigido a los "cubanos". Por tal motivo estalló la guerra entre el Gobernador de Oriente y el de la Isla.
Bayamo se puso del lado de Lorenzo, y Tacón no solamente ordenó un bloqueo por mar, sino que envió una columna sobre Santiago. El Gobernador de la provincia tuvo que huir hacia Jamaica (diciembre 1836) debido a que la mayoría de sus subordinados le hicieron traición.
Véanse: “Crónicas de Santiago de Cuba”, Emilio Bacardí; y “El Juicio de Residencia de Miguel Tacón”, e “Historia de la Isla de Cuba”,por Jacobo de la Pezuela.


[1]Miguel Tacón y Rosique (Cartagena, 10 de enero de 1775 - Madrid, 12 de octubre de 1855) Fue un noble, marino y militar español, teniente general de la Real Armada, Mariscal de Campo del Ejército de Tierra y Primer Duque de la Unión de Cuba.
Biografía: En el mes de octubre de 1789 sentó plaza de guardiamarina en la compañía del departamento de Cartagena. Abandonó la academia con el grado de alférez de fragata, el 5 de septiembre de 1791, ordenándosele embarcar y realizando cruceros por los cabos de Santa María y San Vicente, puntos de recalada obligados por los buques provenientes de América. El 22 de noviembre de 1794, se le ascendió al grado de alférez de navío, con el que prosiguió como oficial subordinado en cruceros y comisiones, sobre todo en aguas de la Península.
Después de largas navegaciones por el Mediterráneo, el 5 de octubre del año de 1802, se le ascendió al grado de teniente de fragata. Participó en el combate sobre la defensa de Orán embarcado en el jabeque Lebrel, pasando posteriormente ya como comandante de la goleta Furia, a ser parte integrante de las fuerzas sobre el gran bloqueo de Gibraltar. Participó en el desastroso combate de Trafalgar; por su valor reconocido se le otorgaron los galones de teniente de navío en 1806.
Posteriormente lo destinaron a las fuerzas que se dedicaban a hacer el corso contra los argelinos y los británicos, con lo que volvió a demostrar sus dotes de mando y su valor personal. Estando al mando del bergantín Vigilante, por una desgraciada maniobra, sufrió un abordaje con el navío de línea San Carlos, sufriendouna fuerte contusión en el tórax. Al recuperarse de esta lesión, se le destinó al ejército como capitán de infantería, pero con el grado interino y responsabilidades de teniente coronel.
En 1810 se le nombró Gobernador militar y político de Popayán, en Colombia, donde por aquellos días se produjo el levantamiento contra la Corona. Combatió con denuedo, pero ante la falta de efectivos y ayuda de la metrópoli, los insurrectos consiguieron ir ganando el terreno. En 1811, ya derrotado por los colombianos, se tuvo que refugiar en la ciudad de Lima, donde llegó con tan solo veinticinco hombres. Permaneció en aquellas tierras, prestando sus servicios en el Perú, hasta que le llegó la noticia de su ascenso a mariscal de campo, en 1819, y con ello el regreso a España, pues el virrey Joaquín de la Pezuela quería comunicar el estado de aquellas tierras al Gobierno, su falta de medios de todas clases para poder mantener su dominio, ya que comenzaba en ellas la revolución independentista.
El Gobierno lo nombró Gobernador de la ciudad de Málaga, donde permaneció poco tiempo, pues se le ordenó en pasar con el mismo cargo a la ciudad de Sevilla, en 1823. Permaneció en esta ciudad hasta 1834, en que se le ascendió a teniente general y se le nombró Gobernador de la Siempre Fiel isla de Cuba, donde llegó y tomó el mando el 7 de junio de 1834.
El buen gobierno de la isla en materias cotidianas y de obras públicas, sobre todo en La Habana, estuvo ensombrecido por sus actos despóticos y su fomento del comercio de esclavos. A su regreso a España en 1852, durante el reinado de Isabel II, fue nombrado senador.
Referencias:
·         «Tacón y Rosique, Miguel. Marqués de Unión de Cuba». Senado de España.
·         Martínez-Valverde y Martínez, Carlos. «Enciclopedia General del Mar». Garriga, Madrid, 1957.
[2] José Antonio Saco y López Cisneros (Bayamo, Cuba, 7 de mayo de 1797 - Barcelona, España, 26 de septiembre de 1879) fue un sociólogo, periodista, historiador y economista cubano. Dio a conocer la identidad nacional cubana y se opuso a la corriente anexionista con Estados Unidos que existía en la isla por aquella fecha.
[3] El motín de La Granja de San Ildefonso o motín de los sargentos de La Granja fue una sublevación que tuvo lugar en España entre el 12 y el 13 de agosto de 1836 durante la Regencia de María Cristina de Borbón en la que un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia real del palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), donde se encontraba la regente con su hija Isabel de cinco años de edad. Los rebeldes obligaron a María Cristina de Borbón a que volviera a poner en vigor la Constitución de 1812 y que nombrara un gobierno liberal progresista presidido por José María Calatrava con Juan Álvarez Mendizábal de nuevo en la cartera de Hacienda.

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