jueves, 22 de noviembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Escritos / Parte del Mayor General Calixto García Iñiguez a la secretaria de la Guerra dando cuenta oficial de la caída en combate de Carlos Manuel de Céspedes, 6 de abril de 1874.



En: Castellanos, Gerardo “Tierras y Glorias de Oriente. Calixto García Iñiguez”. Págs. 83-85.
Ejército Libertador. 
1er Cuerpo. 
Cuartel General. 
Vega Bellaca, Abril 6 de 1874,
Secretaría de la Guerra.
Ciudadano Secretario: Ayer he recibido una comunicación del Coronel Benjamín Ramírez[1]  con fecha 9 de marzo próximo pasado, cuyo tema es el siguiente: 

“Mayor General Jefe de Oriente.  El día 27 del mes inmediato pasado atacó el enemigo los puntos del Pinal y San Lorenzo, fuerza como de 800 hombres; en el primero lo verificaron por la tarde, asaltando al Coronel Juan Cintra, quien se pudo escapar; y en el segundo como a la costa, sorprendieron la Prefectura situada en él e hiriendo y matando al Ciudadano expresidente de la República Carlos Manuel de Céspedes y dos libertos por el Lejial y aprendiendo cuatro mujeres con unos niños. En esos momentos me encontraba rumbo hacia la costa; pero tan luego tuve aviso de éste acontecimiento ordené que la fuerza de Jiguaní marchará sobre ese lugar, poniéndome al frente de ella, por haber sido informado que acampaban en el indicado San Lorenzo. Luego después recibí comunicación del Prefecto: ya no estaba en aquel el enemigo habiendo marchado a sus atrincheramientos  y llevándose al cadáver de ése patriota. 
Ya por los días 9 y 10 de ese mes manifesté e hice mis observaciones al Ciudadano expresidente para que dejara o separase de ese lugar, ofreciéndole una guardia, no dándosela porque él residía en más de uno los puntos que tenían que cubrirse; pero este señor me contestó que no lo hacía [abandonar el lugar] por estar más cerca de los lugares de su correspondencia y esperar de momento la decisión de su solicitud de pasaporte para el extranjero a tiempo, [y] que consideraba que no había por el presente peligro alguno; sin embargo de esto, dirigí el Ciudadano Prefecto de Guaninao la comunicación que a letra copio:
Fotografía de San Lorenzo, lugar donde murió Carlos Manuel de Céspedes. Fototeca del Archivo Nacional de la República de Cuba.. Caja 14. Sobre 10. Registro 264.
 “C.  Prefecto de Guaninao: El Mayor General Calixto, en la zona de mi mando, [ordenó que] al Ciudadano Carlos Manuel de Céspedes, le atienda y considere, pues no debe olvidarse que es el hombre que en 10 de Octubre rompió las cadenas que nos tenían ligados a España. En este concepto, cuidará Ud. que esté socorrido cuanto sea posible y que vele por su seguridad durante su permanencia en ésta Prefectura.  Procurará al mismo tiempo que se cubran los cordones, que se active la vigilancia, así para la garantía de dicho ciudadano como para la de los demás vecinos.  Me ofrezco, etc., P. y L.  San Lorenzo 13 de Febrero de 1874”[2]. (54).
Para averiguar la verdad de este sensible acontecimiento y si el Jefe del cordón del Oro cumplió o no pudo cumplir su consigna, o si el Prefecto procedió a ejecutar mis órdenes, he procedido a levantar una instrucción sumaria de que daré cuenta.  Lo que pongo en conocimiento de ese centro de Gobierno.  Soy de Ud. Con toda consideración.
Calixto García Iñiguez
Jefe de Operaciones de Oriente.

Al transcribir el parte que antecede permítame le signifique, a mi vez, lo sensible que me ha sido la irreparable pérdida  que hemos experimentado con la muerte del venerable patriota del 10 de octubre, del hombre que, aunque fuera del destino que había desempeñado desde los albores de nuestra gloriosa contienda, siempre fue respetado de sus compatriotas, del que vivirá eternamente grabado en el corazón de los buenos hijos de Cuba. 
Fotografía de la urna donde reposan los restos del Padre de la Patria. Fototeca del Archivo Nacional de la República de Cuba. Caja 14. Sobre 2. Registro 252.
Nosotros sabremos vengar la muerte de nuestro digno maestro, y algún día, quizás no lejano, se cernirá sonriente la sombra de Céspedes sobre la joven República al terminarse la cruzada de libertad y que extraño la conducta observada por los defensores de la tiranía con nuestro caudillo; posteriormente a su muerte han visitado la comarca del Gato en la que han saciado su sed de sangre en las personas indefensas de cinco mujeres y algunos niños  y ancianos. Me es satisfactorio, al mismo tiempo, cuya muerte anuncié en carta probada, se escapó después de haber permanecido prisionero por espacio de cinco horas. La misma suerte cupo al soldado Victó, que pudo evadirse de una muerte segura al caer en manos de los españoles, dándole muerte a uno de sus captores.  Al poner en conocimiento de ese Centro de Gobierno el hecho a que se refiere la anterior comunicación, no puedo menos que significarle lo sensible que ha sido a los habitantes de este territorio el trágico fin que le ha cabido en suerte a aquel que en Yara nos enseñó a romper las cadenas con que los tiranos nos tenían atados al carro del despotismo: al héroe del 10 de octubre, al primer ciudadano cubano que por más de un título era merecedor de las consideraciones de la Patria. El corazón de los cubanos  está destrozado de dolor y cubierto de luto.  Pero espero, y no muy tarde, será la muerte de nuestro caudillo suficientemente vengada por sus valientes conciudadanos.  Reciba el testimonio de mi mayor consideración.
Calixto García Iñiguez
Jefe de Operaciones


 



[1] Era el jefe militar de la zona donde estaba el ex presidente Céspedes.

[2] Para sopesara las acciones del Coronel Benjamín Ramírez de acuerdo a las orientaciones recibidas de Calixto ver: “Carlos Manuel de Céspedes.  El Diario Perdido”, 13 de febrero de 1874, pág. 283-284.

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