lunes, 19 de noviembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Entrevista realizada por el periodista irlandés James O’. Kelly a Calixto García sobre la República española en el campamento mambí de Bocas, zona de Cauto, febrero de 1873.



En: O’ Kelly, James “La tierra del mambí”.  Cultura S.A.  Colección de libros cubanos.  XVIII s.f. pp. 246 - 248
“La bien conocida inestabilidad de los gobiernos españoles no nos ofrece garantías de que la república, aunque se establezca definitivamente, exista por largo tiempo. El mismo espíritu de insubordinación que ha derribado al gobierno de Amadeo[1] pondrá fin a la república dentro de un mes.  Podríamos aceptar hoy esta forma  de gobierno; ¿pero quién nos asegura que antes de dos semanas no nos veamos obligados a reconocer como rey a Alfonso, al reaccionario don Carlos o al representante de alguna otra forma de gobierno monárquico? Si nosotros permanecemos como parte de los dominios españoles, tenemos que aceptar todos los cambios revolucionarios por reaccionarios que sean, tenemos que estar sujetos a constantes cambios de política con la falta general de confianza que tiene que ser su consecuencia. Estamos muy separados de España por la distancia y los intereses para que nos sometamos a ser arrastrados por ella, a través de las continuas revoluciones que marchan las etapas de sus gobiernos.
“Deseamos ser independientes, pero si esto es imposible, queremos a un gobierno fuerte que pueda garantizarnos la libertad y el orden, a fin de poder desarrollar en paz los recursos de nuestro país, pero lo que deseamos antes que todo es conseguir nuestra independencia y creo expresar la [opinión de la] mayoría de los cubanos en amas, cuando  digo que toda reconciliación con España es imposible, a no ser bajo la independencia.  Los únicos términos que podemos ofrecer son que los españoles se vayan y dejen a Cuba ocuparse de su porvenir.
“Creo que existe un gran partido a favor de la anexión. En el departamento central han sido siempre muchos [los] anexionistas, pero en el oriental el objetivo principal ha sido siempre la independencia. En los principios de la guerra los ingleses simpatizaron mucho con nosotros y aun llegaron hasta  proporcionarnos algunos pequeños auxilios sugiriéndonos la idea del establecimiento de una confederación de las Antillas. Opuestos fuertemente a la idea de la anexión nos aconsejaron con insistencia que la abandonáramos y llegose hasta alimentar la esperanza de que Inglaterra abandonaría a Jamaica como había abandonado las Islas Jónicas, para facilitar la formación de la ya mencionada confederación de las Antillas.  Este proyecto ha tenido mucha aceptación en el departamento oriental, a causa, sobre todo de la conducta observada por los Estados Unidos con nosotros durante nuestra lucha por la independencia. Hánse [Sic.] disgustado por ellos muchos de los más decididos anexionistas. Sin embargo, todos estamos de acuerdo en que, antes de adoptar  ningún proyecto para el porvenir, es necesario conseguir la independencia”.

 


[1] El 9 de febrero de 1873 el Rey Amadeo de Saboya abdicó al trono español y el día 12 se proclamó la República.  Al decir de Federico Engels, fue Amadeo el primer rey huelguista.  Sin embargo la Primera República española fue campo de agudas batallas políticas entre las facciones burguesas y terratenientes ante el empuje del campesinado y del joven movimiento obrero.  La República vivió inmersa en batallas entre federalistas, centralistas, cantonalistas, anarquistas y una nueva guerra carlista.  En 1874 se instauró una  dictadura militar hasta la restauración de la monarquía en 1876.

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