En:
Biblioteca Nacional de Cuba. Colección: Morales. Tomo 75 núm. 79 (Publicada con
omisiones y cambios en la Revista cubana, tomo
VII, Pág. 538 del año 1887).
Félix Figueredo Querido Félix. Pasa a esa el Ciudadano Juan Rafael Pérez y que vengan con él todos los armados que hay en ese punto, dejando sólo 6 para el cuidado de los heridos.Te recomiendo mi caballo.El enemigo ha marchado para Banes a embarcar sus heridos en una lancha que está allí y creo volverá. Esta mañana les ha hecho mucho fuego el Comandante Peña en el camino de Tasajeras a Banes y yo marcho ahora para la bahía con toda la fuerza a ver si puedo darles un (Sic.) “Báguano”[2], lo que no creo muy difícil. El punto en que ustedes están me parece bueno; pero tú puedes mandar los heridos sino no te parece bueno. Yo te tendré al tanto de lo que hubiere.TuyoCalixto
[1] Figueredo Díaz,
Félix (1829-1892) General de Brigada. Médico. Nació en Bayamo, Oriente, en
1829. Asistió a la reunión de San Miguel de Rompe, en Las Tunas (3.8.1868),
representando, junto con Donato Mármol, a la región de Jiguaní. Se alzó el
12.10.1868, al lado de Mármol y Calixto García, en la finca Santa Teresa, y un
día después los acompañó en el ataque al poblado de Santa Rita. Después de la
toma de Jiguaní, dio fuego a su casa para iniciar el incendio del pueblo al
tener que ser abandonado por las bisoñas tropas cubanas. Después de la
toma de Bayamo (20.10.1868) fue ascendido por Carlos Manuel de Céspedes al grado
de General de Brigada. Estuvo en la carga al machete de Venta del Pino y en la
toma de El Cobre, quedando posteriormente como jefe de esa zona. Participó en
el frustrado ataque a Jiguaní, del 8 al 11.2.1869. En ese mismo año, por
discrepancias con Mármol, entonces jefe de la División Cuba, y también con el
alto mando del Ejército Libertador, renunció al grado y al cargo y se dedicó a
su profesión. Después de convalecer una prolongada enfermedad, en 1870 fue
designado jefe de Sanidad del Departamento Oriental. El 28.10.1873, el nuevo
presidente de la República, Salvador Cisneros, lo nombró subsecretario de la
Guerra. Se mantuvo al frente de esa secretaría
hasta el 24.2.1874, en que regresó al
cargo de jefe de Sanidad del Departamento Oriental. Según el escalafón del Ejército
Libertador fue ascendido a Coronel el 26.3.1874. Acompañó a Calixto García en
el nefasto campamento de San Antonio de Bajá, donde el general se disparó un
tiro bajo la barbilla para evitar que los españoles lo apresaran. En ese año
también se desempeñó como jefe de despacho del Mayor General Manuel de Jesús (Titá)
Calvar, jefe de la 1ra División Oriental. Se opuso resueltamente a la sedición
de Lagunas de Varona (26.4.1875) e integró la comisión que presidió el Mayor
General Máximo Gómez para entrevistarse con el Mayor General Vicente García en Loma
de Sevilla, el 25.6.1875, con vistas a mediar entre el gobierno y los
sediciosos. También rechazó la sedición de Santa Rita (11.5.1877). Atendió las
graves heridas que sufrió el Mayor General Antonio Maceo en el combate de
Mangos de Mejías (6.8.1877) y lo acompañó bajo la persecución del enemigo hasta su
total recuperación. Fue uno de los participantes en la Protesta de Baraguá
(15.3.1878) e integró la Comisión que redactó la constitución provisional para
continuar la guerra. A solicitud de Maceo, acompañó a su madre y esposa, Mariana
Grajales y María Cabrales, respectivamente, a salir de Cuba rumbo a Jamaica, en mayo de 1878. Murió en la ciudad de La
Habana, el 6.6.1892.
[2] Posiblemente se
refiere a la acción del 28 de marzo de 1872 en la entrada del camino de Báguano
donde se hizo huir a una columna de 300 efectivos provenientes de Camazán. Cuatro días después de esta carta, el Conde
Balmaceda, en un informe elevado al Ministerio de Ultramar considero: “en
Holguín hay varios jefes de poca importancia, fusilado uno y destituidos los
otros, se ha confiado el mando a Calixto García Iñiguez hechura de Máximo Gómez
y hombre de escaso valor”.
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