Por: César Hidalgo Torres
Casado, con
dinero suficiente en sus bolsillos, y con su acostumbrada astucia y experiencia
comercial, don Miguel José Iñiguez vislumbró que la expansión urbana de la ciudad de
Holguín iba a tomar fuerza, por lo que compró propiedades y terrenos con
situación geográfica ventajosa, a muy bajos precios.Y esclavos también compró y
vendió, participando en el que era uno de los más lucrativos negocios de su
tiempo.
En 9 de diciembre de 1819 le nació al matrimonio la única hija que tuvieron; el bautizo se celebró diez días después en la Parroquial Mayor de San Isidro de Holguín. Dice el documento que la niña recibió el cristiano nombre de María dela Concepción Lucía, lo que quiere decir que la madre puso a la hija el nombre de la hermana de ella y única tía materna de la niña.
En 9 de diciembre de 1819 le nació al matrimonio la única hija que tuvieron; el bautizo se celebró diez días después en la Parroquial Mayor de San Isidro de Holguín. Dice el documento que la niña recibió el cristiano nombre de María dela Concepción Lucía, lo que quiere decir que la madre puso a la hija el nombre de la hermana de ella y única tía materna de la niña.
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De
doña María de la Concepción Iñiguez, (tía de Lucía), hablaremos ahora porque
después no tendremos tiempo. Cuando su hermana se casó con Miguel José, ella vino
al pueblo de Holguín y aquí tuvo negocios, pero no se casó nunca. Cuando años
después murió la madre de Lucía Iñiguez, la tía estuvo a su lado. En la casa de
ella vivió Calixto García durante sus primeros años.
Nacida en una familia de comerciantes, doña Lucía muy pronto se aficionó al comercio. Muy joven era y ya se le encuentra en la documentación notarial holguinera practicando la compra venta de tabaco, esclavos e inmuebles, esto último, colgadizos, solares, tejares, haciendas…
No le queda duda ninguna a los biógrafos de la doña que su práctica comercial la influyó de manera decisiva y formó su personalidad y temperamento.
Nacida en una familia de comerciantes, doña Lucía muy pronto se aficionó al comercio. Muy joven era y ya se le encuentra en la documentación notarial holguinera practicando la compra venta de tabaco, esclavos e inmuebles, esto último, colgadizos, solares, tejares, haciendas…
No le queda duda ninguna a los biógrafos de la doña que su práctica comercial la influyó de manera decisiva y formó su personalidad y temperamento.
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