lunes, 5 de noviembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Escritos Parte oficial de Calixto García referido a acciones militares del 14 de julio de 1872)



En: Periódico “La Revolución de Cuba”. 29 de junio de 1872, núm. 33 (Publicado solamente un extracto dentro del Parte de la Secretaria de la Guerra, hecho público en el núm. 35 del propio periódico). Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, Fuera de Caja # 2

Parte oficial
Cuartel General en Alcalá, 12 de abril de 1872 y 5 de nuestra Independencia.
Ciudadano Secretario de la Guerra.
El Comandante accidental del 29 Batallón “Libres de Holguín” con fecha 12 de enero me dice lo que sigue: El día 14 se presentó el enemigo en el lugar donde acampaba el Coronel Varona, su escolta, la 2da compañía y el Hospital. Tan pronto se sintió la proximidad del enemigo, la fuerza referida, convenientemente emboscada, rompió su fuego contra la columna española que invadía. Después de un largo y nutrido tiroteo el enemigo se retiró en confusión, viéndosele conducir quince camillas; por nuestra parte lamentamos la sensible pérdida del valiente oficial Antonio Parra”. 
El Teniente Coronel Camilo Sánchez con fecha 29 de febrero próximo pasado me dice: “Reunidos en el Guiral, el 22 las fuerzas de los batallones 1 de Holguín, 2 de Cuba y 1 de Jiguaní, componiendo un total de 400 hombres aproximadamente, dispuse la marcha hacia Camazán, sito a una jornada de distancia del campamento de Sao Arriba, que se trataba de invadir.  Próximo ya del fuerte, fraccioné las fuerzas del modo siguiente: el Comandante Saladrigas con ochenta cubriría el centro y yo en unión del Comandante Peña con ciento diez, el otro de los flancos. Además un oficial con cuarenta y cinco hombres de los tres batallones se destacó hacia el camino que conduce al fuerte inmediato, como igualmente una guerrilla de veinte debía distraer al enemigo saqueando e incendiando cuanto hallara a su paso.  Preparados los españoles con rondas por varios de los caminos que al caserío conducen, no nos fue dable la sorpresa sino que comenzamos  a recibir sus fuegos a distancia de un kilómetro de  la primera casa, también salieron de sus atrincheramientos para batirnos en la  entrada, más todo esto no fue lo bastante para que nuestros soldados dejasen de continuar sobre el caserío. Desalojados aquellos de su posición, tomaron otra nueva, que también perdieron, huyendo entonces precipitadamente hacia el fuerte, en tanto que nuestros soldados, ocupando sus puestos, con antelación designados, saqueaban e incendiaban. El enemigo ha sufrido la pérdida de tres magníficas tiendas, más de cien casas y gran número de animales.  Se tomaron sobre el campamento diez armas. Las fuerzas en una palabra han sido entusiasmadas con el triunfo y botín.  Todos los Jefes se han portado dignamente y en particular los Comandantes Vidal y Peña y Capitanes Marrero y Mirabal. La retirada se verificó en el mejor orden a la hora convenida, teniendo que lamentar solamente la pérdida de un soldado muerto, un herido leve y dos contusos, entre estos últimos yo”. 
El Teniente Coronel Francisco Barrero me participa haber atacado una  partida enemiga que conducía un convoy  entre los ingenios “La Cruz” y  “La Caridad” la que dispersó, obligándola a dejar un muerto en el campo, y apoderándose de cuatro mulas cargadas de azúcar.  Los Comandantes Rosado y Amábile, a quienes ordené reconocer el campamento enemigo de “Barajagua’, me comunican haberlo verificado, y que al acercarse a las trincheras salió de ellas una fuerza enemiga que los atacó, y que después de media hora de fuego hicieron volver a sus atrincheramientos. 
El Comandante Wenceslao Saladrigas me da cuenta en fecha 10 de febrero de haber atacado una guerrilla entre “La Loma” y “La Vuelta” la que dispersó, obligándola a  dejar tres muertos en el capo y un Rémington. Por nuestra parte tuvimos la sensible pérdida del valiente teniente Coronel Francisco Salcedo, encargado de la 2da compañía del primer batallón de Jiguaní, muerto en acción, y herido el subteniente Celestino Ramírez. 
Pablo Amábile
El Comandante Pablo Amábile, a quien ordené practicase una operación sobre la zona de ingenios del valle de “Sabanilla” me participa haber quemado todos los cañaverales de los ingenios “Los Chivos” y  El Cupey”  y la mayor parte de los de “Río Arriba’.
El Comandante Miguel Ruiz me da cuenta de haber dispersado una partida enemiga procedente del campamento de “San Pedro”, dejándole tres caballos heridos en el campo.  En otro encuentro que tuvo en “Guanaiba”  logró hacerles huir cobardemente a los pocos disparos que se cruzaron. 
El Capitán de la 3ra Compañía  del Primer Batallón de Jiguaní me dice en fecha 21 de marzo que “en los días 20 y 28 de febrero y 10 y 7 del mes de la fecha de su comunicación ha inutilizado considerable número de postes de la línea telegráfica entre Santiago de Cuba y Jiguaní, separándolos enseguida el enemigo, con el cual tuvo el 28 de febrero un encuentro en que cree haberle hacho algunas  bajas. También tomó el 25 de febrero dos acémilas y varias cargas de viandas al campamento enemigo de “La Caridad” resistiendo al día siguiente un ataque en el que cree haber hecho al enemigo algunas bajas. 
Francisco Vega
El Ciudadano Coronel Francisco Varona en partes fechados el 15 y 28 de marzo me dice lo siguiente: El Ciudadano Comandante N. Morales, enviado por mí en apoyo de cierto movimiento del Ciudadano Brigadier Francisco Vega, ha rechazado en “El Júcaro” y dos días consecutivos una gruesa columna enemiga, que en ambas ocasiones dejó señales de haber sufrido varias bajas.  Por nuestra parte tuvimos la del valiente Capitán  Batista.  El día 3 de  marzo fue rechazada en “Laguna de Piedra” otra gruesa columna enemiga que vino a atacar mi cuartel General, situado en aquel punto.  Lo mismo se hizo con otra columna enemiga que vino a atacar mi cuartel General, situado en aquel punto.  Y lo mismo se hizo con otra columna  enemiga que me atacó en “Monte Alto” el día 23, y en cuya persecución envié luego una Compañía que lo hostilizó durante todo el día.
El 22 de marzo hostilicé en persona una columna enemiga que acampa en la “Laguna de Piedra”  causándole algunas bajas, y no teniendo por nuestra parte más que un herido. 
El 23 destruyó el  Comandante Morales unas dos leguas de la línea telegráfica entre Holguín y Las tunas.
El 25 el Capitán Sicerino asaltó, saqueó e incendió por sorpresa el campo atrincherado y el caserío de El Vedado, obligando al enemigo a dejarles varios cadáveres, quince carabinas, cerca de dos mil cartuchos, muchas armas blancas, ropa y provisiones en abundancia, no teniendo por su parte más que un herido, y distinguiéndose sobre todo elogio el mismo Capitán Sicerino y el Teniente Parra, convalecientes ambos de heridas recibidas en combates anteriores, y el soldado Miguel Ochoa, que fue el primero que entró en la trinchera.
Angel Guerra
Ayer 11 del corriente, como a las dos de la tarde se presentó frente a esta posición el enemigo en número de ochocientos a mil hombres, entre los cuales unos doscientos eran de caballería y con dos piezas de cañón. Al fuego de la avanzada del camino de San Juan contestó con ocho cañonazos, y luego hizo alto como a media legua de este campamento.  Al caer la noche dispuso que el Ciudadano Capitán Ángel Guerra saliera con la 5ta Compañía del primer batallón de Jiguanía reconocerlo y hostilizarle, y así lo verificó, fogueándole por dos ocasiones, la segunda ya en camino para este cuartel General. A eso de las doce de la noche antes que el Ciudadano Capitán Guerra pudiera darme aviso, siendo favorecido por la oscuridad, atacó el enemigo esta posición, llegando con tal sigilo que recibió a quemarropa los primeros disparos.  Retrocedió varias veces durante las dos horas largas que duró el combate, hizo diez disparos de cañón, y solo ocupó el campamento merced a que el Jefe del ala derecha, por mala inteligencia de una orden, dejó de apoyar el resto de mi fuerza.  Reunidas esta como a una milla de aquí esta mañana, y suponiendo yo que el enemigo continuaría su marcha hice ocupar los caminos que tal caso podría tomar aquel, y además envié sucesivamente á hostilizarle los Ciudadanos oficiales Carlos Suárez, Juan de Mata Rodríguez y Antonio Soria, los cuales cumplieron bien su encargo. A eso del medio día emprendió el enemigo su retirada por el camino que trajera, siendo perseguido por el Capitán Soria, y llevando tal pánico, que contestó los fuegos de este con nueve disparos del cañón.  Ignoro cuántas bajas habrá sufrido, porque entre otras precauciones tomadas para ocultarlas figura la de incendiar los cañaverales y maleza de estos contornos; pero los supongo numerosas, así por haberse encontrado,a pesar de todo, algunas sepulturas, como por las circunstancias del combate y por su retirada bajo nuestros fuegos. En cuanto a nosotros solo hemos tenido tres heridos. Todos mis subordinados, los Jefes como los oficiales y soldados, se han portado dignamente.  Soy de Ud. con toda consideración.
El General Jefe de Operaciones
Calixto García Iñiguez.


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