Parte
oficial
Cuartel
General en Alcalá, 12 de abril de 1872 y 5 de nuestra Independencia.
Ciudadano
Secretario de la Guerra.
El
Comandante accidental del 29 Batallón “Libres de Holguín” con fecha 12 de enero
me dice lo que sigue: El día 14 se presentó el enemigo en el lugar donde
acampaba el Coronel Varona, su escolta, la 2da compañía y el Hospital. Tan
pronto se sintió la proximidad del enemigo, la fuerza referida,
convenientemente emboscada, rompió su fuego contra la columna española que
invadía. Después de un largo y nutrido tiroteo el enemigo se retiró en
confusión, viéndosele conducir quince camillas; por nuestra parte lamentamos la
sensible pérdida del valiente oficial Antonio Parra”.
El
Teniente Coronel Camilo Sánchez con fecha 29 de febrero próximo pasado me dice:
“Reunidos en el Guiral, el 22 las fuerzas de los batallones 1 de Holguín, 2 de
Cuba y 1 de Jiguaní, componiendo un total de 400 hombres aproximadamente,
dispuse la marcha hacia Camazán, sito a una jornada de distancia del campamento
de Sao Arriba, que se trataba de invadir.
Próximo ya del fuerte, fraccioné las fuerzas del modo siguiente: el
Comandante Saladrigas con ochenta cubriría el centro y yo en unión del
Comandante Peña con ciento diez, el otro de los flancos. Además un oficial con cuarenta y cinco
hombres de los tres batallones se destacó hacia el camino que conduce al fuerte
inmediato, como igualmente una guerrilla de veinte debía distraer al enemigo
saqueando e incendiando cuanto hallara a su paso. Preparados los españoles con rondas por
varios de los caminos que al caserío conducen, no nos fue dable la sorpresa
sino que comenzamos a recibir sus fuegos
a distancia de un kilómetro de la
primera casa, también salieron de sus atrincheramientos para batirnos en
la entrada, más todo esto no fue lo
bastante para que nuestros soldados dejasen de continuar sobre el caserío. Desalojados aquellos de su posición, tomaron
otra nueva, que también perdieron, huyendo entonces precipitadamente hacia el
fuerte, en tanto que nuestros soldados, ocupando sus puestos, con antelación
designados, saqueaban e incendiaban. El enemigo ha sufrido la pérdida de tres
magníficas tiendas, más de cien casas y gran número de animales. Se tomaron sobre el campamento diez armas.
Las fuerzas en una palabra han sido entusiasmadas con el triunfo y botín. Todos los Jefes se han portado dignamente y
en particular los Comandantes Vidal y Peña y Capitanes Marrero y Mirabal. La
retirada se verificó en el mejor orden a la hora convenida, teniendo que
lamentar solamente la pérdida de un soldado muerto, un herido leve y dos
contusos, entre estos últimos yo”.
El
Teniente Coronel Francisco Barrero me participa haber atacado una partida enemiga que conducía un convoy entre los ingenios “La Cruz” y “La Caridad” la que dispersó, obligándola a
dejar un muerto en el campo, y apoderándose de cuatro mulas cargadas de
azúcar. Los Comandantes Rosado y
Amábile, a quienes ordené reconocer el campamento enemigo de “Barajagua’, me
comunican haberlo verificado, y que al acercarse a las trincheras salió de
ellas una fuerza enemiga que los atacó, y que después de media hora de fuego
hicieron volver a sus atrincheramientos.
El
Comandante Wenceslao Saladrigas me da cuenta en fecha 10 de febrero de haber
atacado una guerrilla entre “La Loma” y “La Vuelta” la que dispersó,
obligándola a dejar tres muertos en el
capo y un Rémington. Por nuestra parte tuvimos la sensible pérdida del valiente
teniente Coronel Francisco Salcedo, encargado de la 2da compañía del primer
batallón de Jiguaní, muerto en acción, y herido el subteniente Celestino
Ramírez.
|
Pablo Amábile |
El
Comandante Pablo Amábile, a quien ordené practicase una operación sobre la zona
de ingenios del valle de “Sabanilla” me participa haber quemado todos los
cañaverales de los ingenios “Los Chivos” y
El Cupey” y la mayor parte de los
de “Río Arriba’.
El
Comandante Miguel Ruiz me da cuenta de haber dispersado una partida enemiga
procedente del campamento de “San Pedro”, dejándole tres caballos heridos en el
campo. En otro encuentro que tuvo en
“Guanaiba” logró hacerles huir
cobardemente a los pocos disparos que se cruzaron.
El
Capitán de la 3ra Compañía del Primer
Batallón de Jiguaní me dice en fecha 21 de marzo que “en los días 20 y 28 de
febrero y 10 y 7 del mes de la fecha de su comunicación ha inutilizado
considerable número de postes de la línea telegráfica entre Santiago de Cuba y
Jiguaní, separándolos enseguida el enemigo, con el cual tuvo el 28 de febrero
un encuentro en que cree haberle hacho algunas
bajas. También tomó el 25 de febrero dos acémilas y varias cargas de
viandas al campamento enemigo de “La Caridad” resistiendo al día siguiente un
ataque en el que cree haber hecho al enemigo algunas bajas.
|
Francisco Vega |
El
Ciudadano Coronel Francisco Varona en partes fechados el 15 y 28 de marzo me
dice lo siguiente: El Ciudadano Comandante N. Morales, enviado por mí en apoyo
de cierto movimiento del Ciudadano Brigadier Francisco Vega, ha rechazado en “El
Júcaro” y dos días consecutivos una gruesa columna enemiga, que en ambas
ocasiones dejó señales de haber sufrido varias bajas. Por nuestra parte tuvimos la del valiente
Capitán Batista. El día 3 de
marzo fue rechazada en “Laguna de Piedra” otra gruesa columna enemiga
que vino a atacar mi cuartel General, situado en aquel punto. Lo mismo se hizo con otra columna enemiga que
vino a atacar mi cuartel General, situado en aquel punto. Y lo mismo se hizo con otra columna enemiga que me atacó en “Monte Alto” el día 23,
y en cuya persecución envié luego una Compañía que lo hostilizó durante todo el
día.
El
22 de marzo hostilicé en persona una columna enemiga que acampa en la “Laguna
de Piedra” causándole algunas bajas, y
no teniendo por nuestra parte más que un herido.
El
23 destruyó el Comandante Morales unas
dos leguas de la línea telegráfica entre Holguín y Las tunas.
El
25 el Capitán Sicerino asaltó, saqueó e incendió por sorpresa el campo
atrincherado y el caserío de El Vedado, obligando al enemigo a dejarles varios
cadáveres, quince carabinas, cerca de dos mil cartuchos, muchas armas blancas,
ropa y provisiones en abundancia, no teniendo por su parte más que un herido, y
distinguiéndose sobre todo elogio el mismo Capitán Sicerino y el Teniente
Parra, convalecientes ambos de heridas recibidas en combates anteriores, y el
soldado Miguel Ochoa, que fue el primero que entró en la trinchera.
|
Angel Guerra |
Ayer
11 del corriente, como a las dos de la tarde se presentó frente a esta posición
el enemigo en número de ochocientos a mil hombres, entre los cuales unos
doscientos eran de caballería y con dos piezas de cañón. Al fuego de la
avanzada del camino de San Juan contestó con ocho cañonazos, y luego hizo alto
como a media legua de este campamento.
Al caer la noche dispuso que el Ciudadano Capitán Ángel Guerra saliera
con la 5ta Compañía del primer batallón de Jiguanía reconocerlo y hostilizarle,
y así lo verificó, fogueándole por dos ocasiones, la segunda ya en camino para
este cuartel General. A eso de las doce de la noche antes que el Ciudadano
Capitán Guerra pudiera darme aviso, siendo favorecido por la oscuridad, atacó
el enemigo esta posición, llegando con tal sigilo que recibió a quemarropa los
primeros disparos. Retrocedió varias veces
durante las dos horas largas que duró el combate, hizo diez disparos de cañón,
y solo ocupó el campamento merced a que el Jefe del ala derecha, por mala
inteligencia de una orden, dejó de apoyar el resto de mi fuerza. Reunidas esta como a una milla de aquí esta
mañana, y suponiendo yo que el enemigo continuaría su marcha hice ocupar los
caminos que tal caso podría tomar aquel, y además envié sucesivamente á
hostilizarle los Ciudadanos oficiales Carlos Suárez, Juan de Mata Rodríguez y
Antonio Soria, los cuales cumplieron bien su encargo. A eso del medio día
emprendió el enemigo su retirada por el camino que trajera, siendo perseguido
por el Capitán Soria, y llevando tal pánico, que contestó los fuegos de este
con nueve disparos del cañón. Ignoro cuántas
bajas habrá sufrido, porque entre otras precauciones tomadas para ocultarlas
figura la de incendiar los cañaverales y maleza de estos contornos; pero los
supongo numerosas, así por haberse encontrado,a pesar de todo, algunas
sepulturas, como por las circunstancias del combate y por su retirada bajo
nuestros fuegos. En cuanto a nosotros solo hemos tenido tres heridos. Todos mis
subordinados, los Jefes como los oficiales y soldados, se han portado
dignamente. Soy de Ud. con toda
consideración.
El
General Jefe de Operaciones
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