jueves, 22 de noviembre de 2018

Calixto García Iñiguez - Correspondencia / Carta a Miguel Aldama del 2 de mayo de 1874.




En: Archivo Nacional de Cuba, Fondo: Donativos y Remisiones, Legajo 157 núm. 46-15
Mayo 2/874
Ciudadano Miguel de Aldama, Agente general de la República de Cuba en los Estados Unidos.
Apreciable ciudadano: hace tiempo que tengo el gusto de conocerlo de nombre, sabiendo que ha sido Ud. en el extranjero de los que más se han distinguido por un amor a Cuba ya nuestra Santa Causa.  Hoy que se halla Ud. al frente de nuestros intereses, para que preste su valiosa cooperación, a fin de que yo consiga de esa emigración la artillería, necesaria para acabar de lanzar a los españoles de todo oriente, preparado así el camino para la conclusión gloriosa de nuestra lucha.
La misma guerra nos ha ido indicando lo que necesitábamos: primero fueron armas y pertrechos arrancados al enemigo y traídos otros del extranjero, hoy no necesitamos sino parque y artillería y aún, si fuese necesario, imprimiría lo primero, pues lo segundo nos proporcionaría con abundancia el parque que tomaría más en los mismos campamentos enemigos. Hoy nuestro valiente Ejército se bate siempre victorioso con el enemigo.  Los españoles no solo nos echan encima a los voluntarios cubanos sino también a los esclavos, pero estos esbirros del tirano, faltas de disciplina y el apoyo de la tropa veterana, huyen cobardemente ante nuestros soldados y sin embargo, estos mismos soldados se vuelvan valientes a nuestro lado, y es que aquí encuentran el apoyo de sus hermanos y los anima el amor sacro santo de la libertad. Pero si bien en el campo obtenemos todas estas ventajas con las columnas que salen, no sucede lo mismo en los poblados: allí, parapetados detrás de sus trincheras, nos llevan ventajas; si bien esto no ha sido obstáculo para que hayamos entrado en casi todas sus poblaciones y campamentos; nuestros fusiles son suficientes para destruirles esas trincheras y poder de ese modo apoderarnos de ellas.  La artillería es la que llena esa necesidad y yo creo que Ud. estará de acuerdo conmigo en ese particular.
Nuestros amigo el Ciudadano Francisco Javier Cisneros se me ha brindado para ayudarme, con esa generosidad y patriotismo que todos le reconocemos; y Ud. lo conoce y sabe de cuanto es capaz, ayúdelo y préstele su valioso apoyo; haga que sus amigos contribuyan también, y la patria quedará agradecida a sus nobles hijos que no dudaron hacer último sacrificio, para salvarlo y verlo libre, feliz e independiente.

Soy de u. Atento y S. S.
Calixto García Iñiguez:

P. D.
El Coronel Carlos Manuel de Céspedes, hijo de nuestro inolvidable Presidente, que le entregará esta, con instrucciones mías y completamente autorizado para la consecución de la empresa, al mismo tiempo le indicará los puntos donde puede hacerse el alijo, con todas las probabilidades de éxito, confío, pues, en que Ud. le ayudará.

Iñiguez

 

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