Por: César Hidalgo Torres
Los
más antiguos pueblos del oriente de Cuba, Baracoa, Bayamo y Santiago, ya tenían
doscientos años cuando se fundó Holguín. Por eso quienes querían iniciar una
fortuna iban al nuevo lugar donde todavía quedaban propiedades y negocios sin
dueños. Decenas de familias llegaron; los ojos brillándoles de aspiraciones.
Como
tantos de los que ya no se tienen noticias, uno que mudó su casa desde Santiago
fue don Ignacio Iñiguez Gil; y también él fuera un desconocido si no fuera que
cincuenta años después un bisnieto suyo se convirtió en general independentista
con brillante táctica militar.
Cuando
llegó al pueblo de Holguín nadie fue a esperarle, a pesar de traía la simiente
de la que iba a ser una de las más trascendentes familias del pueblo; fue don
Ignacio el primero de apellido Iñiguez que habitó esa geografía cubana.
Cinco
años después de su arribo se casó con doña Ana Luisa de León y López, de la que
no se posee otra información. Y les nacieron los hijos: Miguel José, 1787,
Tomás Abraham, 1792, Miguel Ignacio, 1799, María Altagracia, 1805, Modesto
Rafael, 1809, Rosa de los Dolores, 1812, María Matilde Iñiguez, 1814 y sin que
sepamos la fecha de su llegada al mundo: Ignacio, Caridad y Juan Íñiguez y
León.De los diez el que interesa a nuestros fines es el mayor de todos, Miguel
José, padre de doña Lucía Iñiguez Landín y abuelo de Calixto García Iñiguez.
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