Procedentes de Santiago de los
Caballeros en Santo Domingo, llegaron a la isla de Cuba y se establecieron en
la villa de Santiago de Cuba, se supone que en los comienzos del siglo XIX, el
matrimonio formado por don Luis
Landín y doña Gertrudis
Moreno, acompañados por sus hijas María
Mercedes y María del Rosario
Landín Moreno.
Para
ver el árbol genealógico de los Landín Moreno haga clic aquí
Indudablemente que el motivo de la
mudanza fue establecerse y desarrollar su vida en un medio más pacífico, diferente
a la vida en su país, asediado constantemente por filibusteros y colonos
franceses que en su lucha contra los españoles habían incendiado aquella isla
dominicana en tres oportunidades. Y por otro lado debió influirlos los movimientos telúricos que sacudían
frecuentementesu país de origen.
Hasta el momento no ha sido posible conocer
a qué se dedicaban, cuál era su situación económica y social y su nivel de vida
en Santo Domingo.
Una vez en Santiago de Cuba comenzaron
a desempeñarse en el comercio después que su hija, doña María Mercedes contrajo matrimonio con don Miguel José
Iñiguez de León, quien era un comerciante de renombre.
No conocemos datos del estado civil de
la otra hija, doña María del Rosario, pero sí se pudo comprobar en la
documentación del Registro de la Propiedad y los Protocolos Notariales holguineros que tenía propiedades inscriptas
a su nombre. Se cree que la relación matrimonial de su hermana propició su
establecimiento en la jurisdicción de Holguín.
Según la documentación
revisada, doña María del Rosario Landín Moreno poseía propiedades, 2
esclavas paridas, 9 horros (que pudieron comprar su libertad), una yunta de
bueyes y un toro padre.
Se sabe, además, que uno
de los esclavos que pudo pagarle 183.00 pesos por su libertad fue el negro
criollo nombrado Marcelino, de 40 años
de edad.
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El matrimonio de
doña María Mercedes Lucía Landín con don Miguel Íñiguez se concertó de forma
inusual, celebrada la unión en Santiago de Cuba, el novio no pudo acudir por
sus múltiples ocupaciones: casada por poder, en ausencia del novio por no poder
desasirse de sus ocupaciones económicas para asistir a dicho acontecimiento, en
esta forma se realizó finalmente el mismo.
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